jueves, 29 de enero de 2015

Contra la despoblación: compromiso personal





¿Qué es la despoblación? ¿Debemos combatirla o asumirla? ¿Cómo?, fueron algunas de las preguntas que Luis Antonio Sáez expuso en la charla sobre despoblación ofrecida el pasado 22 de noviembre en Ezkaroze, organizada por la Asociación sin ánimo de lucro, Bizirik Gaude.
Patxi Serrano y Clara Goienetxe, por parte de Bizirik, fueron los encargados de presentar la actividad y a su ponente: Luis Antonio Pérez Sáez, economista, profesor de Economía aplicada de la Universidad de Zaragoza y director del CEDDAR Centro de Despoblación y Desarrollo de Areas Rurales.
Comenzó su exposición diciendo que la despoblación ha sido un tema recurrente, lleno de retórica política y académica “hueca”. Lo presentó como un tema imposible de cerrar pero si de afrontar. Se muestra crítico con las políticas aprobadas por los gobiernos que no han mostrado resultados o que no han rendido cuentas.
Durante algo más de una hora este experto en despoblación trató de responder a las siguientes cuestiones abiertas: ¿qué es la despoblación?, ¿qué es lo que se despuebla?, ¿por qué? ¿debemos combatirla o asumirla? ¿cómo?.
La despoblación ocurre cuando las salidas son mayores que las entradas.
Depende de la intensidad y del contexto “no es lo mismo perder cuatro kilos cuando se pesa 40 que 80”. Pero se percibe que se despuebla algo cuando no tenemos futuro, cuando nos ATEMORIZA EL FUTURO. Todos necesitamos un horizonte “El futuro intentamos localizarlo en un territorio como persona y colectivo”.
Hasta ahora la política europea plantea estrategias de repoblación a escalas de comunidad autónoma por cumplir con unos números pero esto puede dar lugar a desenfoques y diagnósticos erróneos y por tanto a inoperancia. Para Luis Antonio son los pueblos quienes deben protagonizar la políticas frente a la despoblación “tenemos que ser los actores”.
¿Por qué se despueblan los pueblos? Los pueblos se despueblan por cuestiones de mercado y políticas pero también por valores como moda, ideología, reputación o compromiso. Hay factores que expulsan de un lugar pero también hay factores de atracción “antes había complejo de pueblo ahora estudios recientes demuestran que los jóvenes que se han criado en un pueblo tienen una biografía más rica que la urbana. Asimismo, estudios que hemos hecho desde AGER en lugares como Cuenca o Escocia demostraban que quienes se quedaban a vivir en el pueblo era porque les gustaba su pueblo y tenían cierto compromiso”.
Para Sáez los valores se olvidan a la hora de definir políticas económicas. “Simplemente no se tienen en cuenta. Nos quedamos con hacer un polígono industrial y luego está vacío”.
¿Combatir o asumir la despoblación? A la hora de responder a esta pregunta hay que hacer un análisis de los costes y beneficios: económicos, medioambientales, culturales y emocionales
¿Cómo afrontar la despoblación? Desde su punto de vista se necesita compromiso ciudadano “se es corresponsable de lo que ocurre”. Las políticas tienen que ser integrales, “hay que trabajar la política de dependencia y de conciliación familiar”, tienen que ser políticas contextuales “no es lo mismo la despoblación del  valle de Salazar que la de otro territorio” y hay que pensar a largo plazo. Para el profesor se financiarán con prudencia, perspectiva e imaginación, todo ello protagonizado por la comunidad “en este sentido las asociaciones culturales son muy importantes”. Asimismo tienen que ser políticas realistas y “reconocer nuestras limitaciones”.
Al final de la charla no se generó debate, únicamente se preguntó si es interesante desarrollar una población como cabecera comarcal estableciendo prioridades, y su respuesta fue afirmativa, “hoy funciona la automovilidad y es mejor tener una buena cabecera que no tenerla para fijar la población”.
y dejar interviniendo los juicios de valor. El es partidario de dejar a las personas afectadas que puedan decidir por si mismas, después de la reflexión, y facilitarles su decisión.
CONCLUSIONES
No se despueblan provincias, ni regiones, ni siquiera comarcas, se despueblan pueblos. Luego las políticas se han de centrar en ellos y liderar su gestión.
No hay buenos y malos. Todos somos corresponsables y ninguno tenemos capacidad resolutoria (tampoco los fondos europeos, ni Madrid); luego la gobernanza (cómo se hace) y el partenariado (con quienes) son relevantes.
Los mercados son importantes, también las subvenciones e infraestructuras de los gobiernos pero mucho más son los valores: compromiso, talento, tolerancia, confianza y meritocracia. Luego han de plantearse políticas integrales con protagonismo de la sociedad civil.
En el momento actual, más allá del idilio rural y de su olvido político, la despoblación es una CUESTION PERSONAL, abierta a muchas influencias, pero dependiente, fundamentalmente, de los VALORES que como personas (individuos sociales) detentamos.

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