domingo, 4 de mayo de 2014

Bizirik Gaude: entrevista en MENDIXUT



¿Qué es BIZIRIK GAUDE?
BG es una asociación sin ánimo de lucro del Pirineo que pretende ser una puerta a la reflexión, un foro de debate en el Pirineo. Desde una actitud positiva, queremos que Bizirik Gaude sea un instrumento de trabajo para incentivar la tendencia de hacer atractivo el Pirineo para la gente que ya vive en él, reforzando la confianza en su modo de vida y para todo aquel que quiera dar el salto de la ciudad al medio rural. Somos una actitud…y queremos ser un latido de esperanza para esta tierra.

¿Cómo surgió?
Surgió desde la revista MENDIXUT. Llevábamos tiempo que queríamos hacer una campaña de concienciación denunciando la despoblación en el Pirineo. Para acceder al programa de CAN tuvimos que hacer una Asociación sin ánimo de lucro. Hicimos el logotipo: un corazón verde y una campaña de animación que se publicó en esta revista. Poco a poco, hemos ido haciendo otras actividades y de ahí ha surgido el grupo y la necesidad de hacer más cosas.

¿Quienes lo formáis?
Principalmente somos un grupo de personas de Otsagabia, pero en las actividades que hemos hecho fuera del valle hemos contado con otras personas, muy implicadas. No hay un socio como tal, ni un pago de cuota. Creemos que todo el que hace algo en algún momento por esta causa forma parte de Bizirik. Esto es algo abierto, es una filosofía de vida y queremos que colabore gente de otros valles que como nosotros se lo crea.
Pero, hay gente que os confunde con Pirineo Bizirik...
Realmente no nos importa, aquello fue una plataforma puntual que surgió desde los ayuntamientos y que la formaron los concejales. Peleamos lo mismo, la vida en el Pirineo, o sea que es igual que nos confundan. Pero si que queremos que el Bizirik sea un foro de la gente de la calle.

¿Qué queréis transmitir?
La campaña de comunicación Bizirik Gaude pretende hablar de la situación actual del medio rural, de su deseo de desarrollo y de su lucha contra la despoblación en el Pirineo. Trata de sensibilizar e informar de las graves consecuencias que tiene la pérdida de población, tanto para los territorios como para la comunidad. Pero, queremos incidir en que el Pirineo ofrece una serie de ventajas y valores que merecen la pena y
que han atraído en las últimas décadas a nuevos pobladores.
También nos gustaría que el Bizirik fuera un instrumento que trabaje en incentivar la tendencia de hacer atractivo el Pirineo para la gente que ya vive en él, reforzando la confianza en su modo de vida y por último nos gustaría contribuir a la vuelta al medio rural, podríamos llamarlos de nuevos pobladores. Pensamos que no sabemos trasmitirlo, vivimos agusto aquí pero hay veces que solo contamos lo malo que nos pasa y no lo bueno, que hay mucho.

¿Cuál es vuestra filosofia?
Desde Bizirik Gaude pensamos que sobre la vida en los pueblos en general se ha creado un imaginario lleno de prejuicios, estereotipos y falsas creencias. Llevamos más de medio siglo migrando la gente a las ciudades y este flujo ha contribuido a ello. El Pirineo tiene un pasado trashumante que lo ha definido, y un presente en el que la gente tiene que buscar el trabajo en la ciudad, no hay cabida para todos. Hasta ahora se había vendido que el éxito no sólo en lo profesional sino también en lo personal sólo cabía en la ciudad. Por ello, para conseguir que la gente vuelva o venga a vivir a los pueblos tiene que haber un cambio en la mentalidad de las personas. Y los primeros que tenemos que cambiar el chip somos los que vivimos aquí, tenemos que tomar conciencia. Pero, todo esto queremos contarlo desde una actitud en positivo. Hay que ser realista, pero no nos gustan los pesimistas. ¡Ah! y hay que ser un poco más acogedores con los que vienen de fuera para quedarse, creemos que el Pirineo engancha.

Y ¿pensáis que hasta que no habéis llegado vosotros esto no se había hecho?.
Por supuesto que no. Creemos que en estos pueblos se lleva luchando mucho tiempo y que a pesar de perder población, no han claudicado. Se llevan años tratando de revertir el proceso reclamando infraestructuras, telecomunicaciones, servicios y un contexto que favorezca el desarrollo rural. Pero hasta ahora era una pelea más desde los ayuntamientos y concejos. Desde Bizirik creemos que ya va siendo hora de que los habitantes tomemos también partido por el Pirineo y colaboremos. Cada uno a su nivel, en su entorno o con su trabajo, pero con objetivos comunes.

¿Cómo os financiais?
Durante todo este tiempo nos hemos financiado con un mercadillo que hacemos en el mes de julio en el que las personas nos ceden cosas y por un precio simbólico las vendemos para recaudar fondos. Y también nos ha subvencionado la fundación CAN mediante el programa Tu eliges tú decides ya desaparecido. . También hemos tenido alguna donación particular, y algún ingreso con la venta de merchandaising (usb, pegatinas...). Todo lo que ingresamos lo destinamos a pagar distintas actividades por el Pirineo pero sobre todo hay mucho trabajo voluntario.

¿Que habéis hecho hasta ahora?
Aparte de las campañas informativas y reivindicativas que se han hecho en MENDIXUT, el año pasado hicimos tres obras de teatro, hablando de esta tema y de la importancia de emprender en Aribe, Izaba y Ezkaroze y una fiesta reivindicativa en mayo en Otsagabia (mayo 2011, noviembre 2012) y en mayo de 2013 en Erronkari. 
Hemos publicado artículos sobre desponblación,  publicamos un calendario todos los años con los niños nacidos y que viven todo el año. Hemos editado un dvd. Hemos editado un logo y pegatinas con el eslogan Pirinioan Bizirik Gaude.
También, hemos abierto una página en facebook, ya tenemos más de 1.000 amigos, y un blog. Queremos utilizar todas las tecnologías que nos ofrece el siglo XXI, porque estamos hablando de futuro.
Asistimos a unas jornadas de despoblación organizadas por la Fundación Abraza la Tierra en Soria en octubre de 2012. En ella observamos la importancia de estar organizado.
¿A quién os queréis dirigir?
A todo el que siente el Pirineo. Nos dirigimos a la opinión pública en general, al entender que el tema de la despoblación atañe a todo el mundo, pero también queremos hacer una llamada a aquellas personas que han pensado en más de una ocasión la idea de ir a vivir al medio rural y a las que la presión social, los propios miedos o el desconocimiento y la falta de información les ha impedido dar el paso. En el medio rural necesitamos familias para que sea una sociedad equilibrada y gente emprendedora que quiera volver a los pueblos. Desde el Bizirik trataremos de reforzar la imagen del emprendedor en el Pirineo. Hasta el momento ha habido muchos. Si os dais cuenta, hoy en día, una gran mayoría de los trabajadores en el Pirineo son o han sido autónomos.

¿A qué os gustaría llegar?
A ser una causa común de todos los pirenaicos, de los que vivimos aquí y de los que viven fuera, y llegar a todos los que sienten el Pirineo. Tenemos que conseguir que se nos escuche, en Iruñea, Madrid o Bruselas... Entre todos tenemos que llenar de vida el Pirineo.

Para finalizar ¿queréis añadir algo más?
Sí. Nos gustaría insistir que entre todos tenemos que darle la vuelta a esto. Todos tenemos una parte de responsabilidad y no vale echar la culpa dentro de unos años a nadie si el futuro del Pirineo no nos gusta.

Cuando desde Bizirik hacemos una llamada al consumo en el Pirineo es porque hay que mantener las tiendas y los pequeños negocios que sobreviven aquí. Si tu vecino pone una tienda ¿le compras alguna vez? y si no lo haces, de qué esperas que viva. Cuando hacemos una llamada a la necesidad de vivir aquí es porque hay que hacerlo. Creemos que se necesita cierta militancia. Antes surgían las cosas porque sí, había gente, ahora hay que organizarse. Todo está enfocado para que nos marchemos fuera, los estudios, la educación en casa y esto debe cambiar. Si nuestro hijo decide quedarse en el pueblo no podemos pensar que es un fracasado, si no que es una opción más de vida, y para cambiar esta forma de pensar aún queda mucho, y, en este cambio de mentalidad, los colegios juegan un papel importante.


Burgi está preparando el Uskararen Eguna


Cosas que nos molestan del Pirineo



En los últimos meses hemos plasmado las razones que hacen que la vida sea agradable en el Pirineo. Pero, no todo es idílico y hay cosas que nos provocan enfado, tristeza, nostalgia o decepción y nos hacen el día a día un poco más difícil. En esta ocasión sacamos aquellas que nos habéis hecho llegar como si de un buzón de quejas se tratara.
El precio del gasoil en las casas, el invierno casi dura nueve meses: ¿no nos lo podían subvencionar como a los ganaderos o a los camioneros?.
El cotilleo, sobre todo cuando de lo que se habla es mentira.
En los últimos quince años he visto cómo se cerraban todas las puertas de mis vecinos. Ya sólo vienen el fin de semana.

La falta de ofertas de trabajo.
Vivienda inaccesible.
Que las viviendas y el suelo son muy caros.
El exceso de estudios que se hacen sobre el Pirineo, y lo poco que se llevan a la práctica.
El pesimismo de la gente sobre el futuro de la zona. A veces dan ganas de hacer las maletas y marcharse. Creo que me agota más que la climatología.
Lo poco que apuesta la juventud por quedarse aquí.
Me asusta pensar qué va a ser del Pirineo en 25 años.
La timidez de algunos hombres.
Hay poca marcha por las noches.
Las pocas facilidades que te dan desde algunos Ayuntamientos y Juntas de Valle para emprender negocios.
La falta de emprendedores, hay que interiorizar que esta zona tiene futuro y lo importante que es vivir y trabajar en ella.
La poca capacidad de reacción de la población. Estamos viviendo unos momentos muy difíciles y estamos como congelados. No reaccionamos. ¿A qué esperamos? ¿a que venga alguien de fuera a solucionar nuestros problemas?. Creo que tenemos que organizarnos y meter algo más de ruido.
No hay mujeres ni niños, y si no los hay esta zona no tiene futuro.
Que en invierno no se ve a nadie por las calles; ¿dónde nos metemos?
Creo que si no sabemos a dónde queremos llegar es difícil saber qué tenemos que hacer para alcanzarlo.
Que pagamos por todos los servicios más que el resto de los navarros, por ejemplo, en el acceso a internet.
Que no vemos La Sexta ni la Cuatro.
Ver cómo se mueren los pueblos. En Zaraitzu hay un pueblo en el que viven tres personas.
Se ha perdido el contacto con la tierra y  esto debería ser una asignatura obligada en las escuelas del Pirineo: hacerles comprender a los niños lo que vale su entorno y su cultura. Los educamos sólo para que quieran vivir en las ciudades.
La sensación de soledad es más fuerte que en las ciudades.
Sólo nos juntamos para celebrar las fiestas  pero  tenemos que hacer causa común con lo que está pasando en el Pirineo como en aquella manifestación de Pirineo Vivo.
La presión social. Nos condiciona mucho el qué dirán de nosotros los vecinos.
Las guarderías de “jódete abuela y cuida a los nietos” fomentadas por los entes locales no son las más apropiadas para compaginar vida laboral y familiar.
El exceso de ayudas para acceso a primera vivienda... o era al revés, a ver, repito... el vivienda primero y luego los excesos... sí, así mejor.
No hay suficiente espacio para plantación de marihuana, pudiéndose emplear los panificados del común. Vamos que hay mucha hierba para pocas ovejas.
Lo difícil que es practicar surf y el poco espacio para la práctica del topless sin ser denunciado.
El riesgo de ser abatido en prácticas de tiro de la guardia civil en Belabarze sin previo aviso... Vamos, muy al estilo de la guardia civil, que por cierto, pongamos como negativo también el exceso de seguridad que nos reportan tantos cuarteles.
Las pocas miras que tienen los políticos gobernantes para con los residentes. Dan más importancia a la población flotante que a las que sacamos esto a flote. Pero en fin, dios aprieta, pero no ahoga.
Lo difícil que es escuchar música en vivo, y para una vez que hay se va la luz.
El mal servicio sanitario que tenemos a pesar de las grandes profesionales que tenemos.
No hay mar, y encima en vez de intentar ponerlo, nos hacen piscinas, que esperamos que dado su coste, por lo menos tenga olas.
Pocas ayudas para pequeñas empresas, las cuales hacen viable el que la gente se asiente en la zona.
Somos pocos y reñimos mucho.
Poca oferta cultural.
Falta de asociacionismo.
Falta de infraestructuras básicas (guarderías y escuelas en condiciones, clubs de jubilados...)
Más gente joven.

Desciende la población en el Pirineo



Según un artículo publicado en Diario de Noticias el 27 de abril de 2008, la población del Pirineo navarro ha descendido en los seis primeros años del siglo XXI (desde el 1 de enero de 2001 al 1 de enero de 2007, último dato publicado por el Instituto Nacional de Estadística) un 7,88%, lo que supone un ritmo decreciente superior al 1% anual. Por el contrario, en ese mismo periodo la población de Navarra aumentó cerca de un 9%, fundamentalmente gracias a la llegada de inmigrantes, un fenómeno casi inexistente en el Pirineo. No obstante, entre los muchos datos que invitan a sus habitantes al pesimismo, aparece uno positivo: en 2006, por primera vez, se detuvo el ritmo decreciente en el número de nacimientos, que había sido constante desde 2001. Ese año nacieron 46 niños, diez más que el anterior.
La despoblación del Pirineo navarro es un hecho constatable. Las instituciones locales y los vecinos llevamos años demandando medidas de discriminación positiva para que la gente se asiente a vivir aquí, que el Gobierno foral contempla en el Plan de Desarrollo del Pirineo. Sin embargo, dicho plan no satisface a muchos, tanto por la ausencia de medidas más concretas y urgentes, señalan los críticos, como porque incluye en el Pirineo a  Agoitz e Irunberri, demográfica y sociológicamente muy diferentes. En efecto, en estas dos zonas se están desarrollando y se prevén fuertes inversiones industriales y sociales que, a día de hoy, no parecen llegar más arriba, a los valles donde realmente se da la despoblación.
Los 36 ayuntamientos de los valles pirenaicos han perdido en el siglo XXI un total de 604 habitantes, pasando de 7.674 el 1 de enero de 2001 a 7.070 el 1 de enero de 2007. En el último medio siglo nuestros pueblos se han dejado más de la mitad de la población (en 1960 tenían 14.681 empadronados) y si nos remontamos un siglo atrás, han perdido casi dos terceras partes (19.961 habitantes de hecho en 1910). El peso demográfico de nuestra tierra en el conjunto de Navarra ha bajado en los seis últimos años del 1,38% al 1,16%.
La pérdida de población es común en todos los valles, aunque existen notables diferencias entre ellos. Así, el de Erronkari ha perdido desde 2001 el 10,89% de sus habitantes; Artze, el 10,71%; Aezkoa el 8,79%, y Zarairtzu el 7,78%. Sin embargo, el Valle de Erro sólo ha bajado el 2,32%. Por municipios, destacan Abaurrepea (ha perdido el 21,4% de los vecinos en seis años) o Uztarroze (19,6%). Sólo tres ayuntamientos ganan población, y de forma casi simbólica: Urraúl Alto (11 habitantes), Garralda (1) e Itzaltzu (1), y otro, Romanzado, se mantiene en 166 vecinos.
Nacimientos y defunciones
Otra variable a tener en cuenta es el movimiento natural de la población, es decir, la diferencia entre los nacidos y los fallecidos. Este dato es negativo en el Pirineo en 294 personas: de 2001 a 2007 nacieron 269 niños y niñas (la estadística entiende por nacido en una localidad que ésa sea el lugar de residencia de la madre) y fallecieron 563 personas.
Los 269 nacidos en el Pirineo sólo representan el 0,7% del total de Navarra, donde en esos seis años se registraron 36.554 alumbramientos. Sin embargo, en 2006 se invirtió por primera vez la tendencia a la baja de los cinco años anteriores. La serie histórica de nacidos este siglo es: en 2001 nacieron 53 niños; en 2002, 51; en 2003, 44; en 2004, 39; en 2005, 36; y en 2006, 46. En seis localidades no ha habido nacimientos en seis años: Abaurregaina, Aria, Gorza, Sartze, Castillonuevo y Orreaga-Roncesvalles. Por el contrario, las más prolíficas fueron Erro (32 nacidos), Izaba (31), Otsagabia (31), Auritz-Burguete (16), Ezkaroze (16), Erronkari (15) y Artze (14).
73 matrimonios
En el mismo periodo de tiempo se formalizaron en el Pirineo 73 matrimonios. Como en el caso de los nacimientos, el Valle de Erro está a la cabeza, con once enlaces, seguido de Izaba (10), Otsagabia (7), Urraúl Bajo (6) y Artze (5). En el siglo XXI no ha habido ni un solo matrimonio en: Aria, Garaioa, Orbara, Orotz-Betelu, Castillonuevo, Burgi, Urzainki, Espartza, Güesa-Gorza,    Itzaltzu y Orontze.
La presencia de la inmigración es testimonial en toda la comarca. A 1 de enero de 2007 vivían en el Pirineo 184 personas con nacionalidad extranjera, es decir el 2,60% de la población, mientras que la media de Navarra llega al 10,6%.
Además, hay que tener en cuenta que 62 de esos extranjeros son vecinos de Luzaide-Valcarlos que tienen la nacionalidad francesa por las especiales características de la localidad.

Debate en los medios de comunicación sobre el Pirineo



Cada uno de nosotros tiene una idea sobre la situación por la que atraviesa el Pirineo. También, cada uno de nosotros tenemos nuestra propia visión de futuro para esta tierra. Hay quienes opinan que todavía tenemos que tocar fondo para salir adelante, otros piensan que ya lo hemos tocado y que este el momento de tomar partido, y otros muchos ni siquiera se lo plantean.
No hace muchos meses asistimos a un cruce de cartas entre distintas personas del Pirineo. Cada una de ellas aportaba su propia visión de lo que es hoy el Pirineo. Independientemente de que nos gustase o no lo que en ellas se decía, valoramos positivamente que personas de la calle expresen sus ideas y salgan a un medio de comunicación a decirlas, con todo lo que ello conlleva.
Expresar públicamente estas ideas no sólo sirve para generar debate, sino que nos hace reflexionar sobre el momento en el que nos encontramos y poco a poco se va creando conciencia social.
Como nos parece interesante este tipo de actitudes, nos hacemos eco de lo que en esas cartas se decía. En la imposibilidad de sacarlas íntegras, resumimos lo que nos ha parecido más interesante y os damos la fecha y el medio de comunicación en el que fue publicada por si queréis tirar de archivo y leerlas en su integridad. E invitamos, además, a todos y todas los que tienen algo que decir sobre el Pirineo, que somos todos, a que utilicen este medio y otros para expresar sus opiniones, que por lo menos siempre sirven para posicionarnos y reflexionar.
Jezabel Oroz, juntero del valle de Zaraitzu, el 25 de febrero de 2008, expresaba en el Diario de Navarra su preocupación por la forma de aplicación del Plan de Desarrollo del Pirineo. En su opinión, “son muy preocupantes la ubicación del centro de biomasa en Aoiz y los motivos que el departamento precisa para esta elección; primero, su situación geográfica y segundo, la necesidad de revitalizar el tejido industrial después de la marcha de algunas firmas. Se empiezan a intuir las dos Navarras de la Estrategia Territorial, la que está dentro de la región-ciudad Pamplona y las periféricas como Salazar. Si para abrir nuevos centros de promoción pública son determinantes la localización (...) y la situación del entramado industrial, siempre seremos excluidos”.
Una segunda carta fue firmada por Luis Sarriés, natural de Itzalle y catedrático de Sociología en la UPNA, en el Diario de Navarra el 24 de marzo. Afirma que “nos sentimos solidarios con aquellas voces que en último grito desesperado intentan recordar que los habitantes del Pirineo son navarros y apelan a solidaridad y a la cohesión territorial para que no haya un solo pueblo (...) que esté condenado en buena parte por desinterés de los gobernantes, al aislamiento”.
Continúa diciendo que si el problema es real para todo el Pirineo, resulta más dramático para Zaraitzu porque los valles de Erronkari y Aezkoa dentro de unos años estarán cerca de la ciudad por la construcción de vías rápidas y que Zaraitzu está condenado al aislamiento y califica la situación demográfica como “catastrófica”.
Cree que son necesarios planes estratégicos muy concretos con su correspondiente dotación presupuestaria y que respondan a lo que quieren sus moradores: “mientras no haya consignación presupuestaria estamos hablando de humo (...), ni UPN ni el PSOE han asumido como propias las propuestas consensuadas entre los 130 cargos electos del Pirineo. Navarra no es Navarra sin el Pirineo y sus gentes. Pero el Pirineo puede apagarse por la sencilla razón de que ni Salazar ni el Pirineo son políticamente rentables. Su futuro dependerá de la resistencia de sus pobladores a las amenazas de aislamiento”.
A Luis Sarriés le respondió, el 2 de abril, Carlos Hernández, anterior secretario del Ayuntamiento de Otsagabia y que actualmente trabaja en Administración Local, quien califica su artículo como demasiado catastrofista y que ofrece “una imagen más bien negativa de la situación actual y futura del valle de Salazar”, con la que no se muestra de acuerdo.
Entre la realidad y el deseo
Para finalizar, Pedro Miguel Ansó, vecino de Jaurrieta, al día siguiente y en ese mismo medio responde a los dos escritos diciendo que “el artículo del Sr. Sarriés lejos de ser negativo y catastrofista es positivo y esperanzador porque al hacer un análisis certero de la situación del valle está sentando unas bases sólidas para la solución del problema. El valle de Salazar está muy despoblado (...), la agricultura está fracasada, la ganadería en crisis, el turismo limitado a muy pocos días y como actividad complementaria; el nivel de industrialización bajo mínimos (el polígono ha llegado demasiado tarde); la Junta del Valle con unas ordenanzas obsoletas y predemocráticas (...)”.
“El Sr. Hernández puede hacer toda la literatura que quiera pero me temo que los instrumentos adecuados para relanzar este valle nos los proporcionarán el análisis sociológico y la economía política. Necesitamos inversiones privadas y del Gobierno de Navarra, una mejora sustancial en las vías de comunicación (...); potenciar el polígono industrial de Iciz. (...), hacer llegar el gas natural a los pueblos (...) y por supuesto sostener y potenciar las actividades agropecuarias. ¿O dejaremos que al final todo acabe en un parque natural a merced de osos y lobos?.”