Estaba previsto que naciera en
diciembre. Será niño y llevará los apellidos Zalguizuri Ederra. Vivirá en
Izaba, pero él aún no sabe que su nacimiento será noticia por ser único en todo
el valle y todo lo que esto significa.
Simulando una alfombra roja le damos la
bienvenida, pero también en ella queremos dejar constancia de este hecho y hacer
una llamada a la reflexión a todos los que habitamos en el Pirineo porque,
entre todos, hay que posibilitarle un futuro en sociedad.
En los últimos años, desde que editamos
esta revista, es la primera vez que se plantea una situación de este tipo. En el año 2006 en este valle nacieron 8. Y aunque os parezca una exageración en los
próximos años tiene que ir a la escuela, y nos podemos preguntar, si esto sigue
así, ¿tendrá compañeros?...
Para saber que opinan algunos
representantes locales de este valle, hemos hablado con ellos y esto es lo que
nos han contestado.
Para Angel Luis de Miguel, alcalde de
Izaba, esto es el resultado de años de no haber sabido buscar soluciones al
igual que los efectos de lo que hacemos hoy los veremos mañana. Para él en el
Pirineo ahora mismo se está trabajando para
buscar soluciones y crear espacios donde poder integrar trabajo,
vivienda y ocio y hacer atractiva la vida para una persona joven.
Iñaki Ayerra, alcalde de Burgi, opina que
es un dato preocupante ya que es síntoma de una población envejecida y cree que
desde las instituciones locales “debemos trabajar para favorecer las
condiciones, servicios e infraestructuras necesarias que permitan a la
población joven asentarse en nuestros pueblos con unas garantías de vida, vivienda
y trabajo que aseguren el porvenir y el desarrollo económico y social de la zona”.
Mari José Hualde, alcaldesa de Bidankoze
nos comentó lo siguiente “no conocía este dato, pero la verdad que no es nada
agradable para evaluar. En mi pueblo hace ya varios años que no nace ningún
niño, la más pequeña de las que residen aquí tiene 7 años, debería estar
acostumbrada, pero no lo estoy. Me servía de consuelo pensar que en los pueblos
de los alrededores parecía que había otra alegría !Que penaaaa!, con lo bien
que se vive en el Pirineo. No quiero ser pesimista, no debo, así que no me
queda más remedio que animar a todos los que todavía no se han decidido a
formar pareja y familia, (que son bastantes), a invertir un poco de su tiempo
en un tema tan importante para la supervivencia de la zona”.
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