Según un artículo publicado en Diario de
Noticias el 27 de abril de 2008, la población del Pirineo navarro ha descendido
en los seis primeros años del siglo XXI (desde el 1 de enero de 2001 al 1 de
enero de 2007, último dato publicado por el Instituto Nacional de Estadística)
un 7,88%, lo que supone un ritmo decreciente superior al 1% anual. Por el
contrario, en ese mismo periodo la población de Navarra aumentó cerca de un 9%,
fundamentalmente gracias a la llegada de inmigrantes, un fenómeno casi
inexistente en el Pirineo. No obstante, entre los muchos datos que invitan a
sus habitantes al pesimismo, aparece uno positivo: en 2006, por primera vez, se
detuvo el ritmo decreciente en el número de nacimientos, que había sido
constante desde 2001. Ese año nacieron 46 niños, diez más que el anterior.
La despoblación del Pirineo navarro es un
hecho constatable. Las instituciones locales y los vecinos llevamos años
demandando medidas de discriminación positiva para que la gente se asiente a
vivir aquí, que el Gobierno foral contempla en el Plan de Desarrollo del
Pirineo. Sin embargo, dicho plan no satisface a muchos, tanto por la ausencia
de medidas más concretas y urgentes, señalan los críticos, como porque incluye
en el Pirineo a Agoitz e Irunberri,
demográfica y sociológicamente muy diferentes. En efecto, en estas dos zonas se
están desarrollando y se prevén fuertes inversiones industriales y sociales
que, a día de hoy, no parecen llegar más arriba, a los valles donde realmente
se da la despoblación.
Los 36 ayuntamientos de los valles
pirenaicos han perdido en el siglo XXI un total de 604 habitantes, pasando de
7.674 el 1 de enero de 2001 a 7.070 el 1 de enero de 2007. En el último medio
siglo nuestros pueblos se han dejado más de la mitad de la población (en 1960
tenían 14.681 empadronados) y si nos remontamos un siglo atrás, han perdido
casi dos terceras partes (19.961 habitantes de hecho en 1910). El peso
demográfico de nuestra tierra en el conjunto de Navarra ha bajado en los seis
últimos años del 1,38% al 1,16%.
La pérdida de población es común en todos
los valles, aunque existen notables diferencias entre ellos. Así, el de
Erronkari ha perdido desde 2001 el 10,89% de sus habitantes; Artze, el 10,71%;
Aezkoa el 8,79%, y Zarairtzu el 7,78%. Sin embargo, el Valle de Erro sólo ha
bajado el 2,32%. Por municipios, destacan Abaurrepea (ha perdido el 21,4% de
los vecinos en seis años) o Uztarroze (19,6%). Sólo tres ayuntamientos ganan
población, y de forma casi simbólica: Urraúl Alto (11 habitantes), Garralda (1)
e Itzaltzu (1), y otro, Romanzado, se mantiene en 166 vecinos.
Nacimientos y defunciones
Otra variable a tener en cuenta es el
movimiento natural de la población, es decir, la diferencia entre los nacidos y
los fallecidos. Este dato es negativo en el Pirineo en 294 personas: de 2001 a
2007 nacieron 269 niños y niñas (la estadística entiende por nacido en una
localidad que ésa sea el lugar de residencia de la madre) y fallecieron 563
personas.
Los 269 nacidos en el Pirineo sólo
representan el 0,7% del total de Navarra, donde en esos seis años se
registraron 36.554 alumbramientos. Sin embargo, en 2006 se invirtió por primera
vez la tendencia a la baja de los cinco años anteriores. La serie histórica de
nacidos este siglo es: en 2001 nacieron 53 niños; en 2002, 51; en 2003, 44; en
2004, 39; en 2005, 36; y en 2006, 46. En seis localidades no ha habido
nacimientos en seis años: Abaurregaina, Aria, Gorza, Sartze, Castillonuevo y
Orreaga-Roncesvalles. Por el contrario, las más prolíficas fueron Erro (32
nacidos), Izaba (31), Otsagabia (31), Auritz-Burguete (16), Ezkaroze (16),
Erronkari (15) y Artze (14).
73 matrimonios
En el mismo periodo de tiempo se
formalizaron en el Pirineo 73 matrimonios. Como en el caso de los nacimientos,
el Valle de Erro está a la cabeza, con once enlaces, seguido de Izaba (10),
Otsagabia (7), Urraúl Bajo (6) y Artze (5). En el siglo XXI no ha habido ni un
solo matrimonio en: Aria, Garaioa, Orbara, Orotz-Betelu, Castillonuevo, Burgi,
Urzainki, Espartza, Güesa-Gorza,
Itzaltzu y Orontze.
La presencia de la inmigración es
testimonial en toda la comarca. A 1 de enero de 2007 vivían en el Pirineo 184
personas con nacionalidad extranjera, es decir el 2,60% de la población,
mientras que la media de Navarra llega al 10,6%.
Además, hay que tener en cuenta que 62 de
esos extranjeros son vecinos de Luzaide-Valcarlos que tienen la nacionalidad
francesa por las especiales características de la localidad.
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